Castellini: “La
vida es demasiado corta para buscar pelea”
En Capital Federal,
sobre la calle Juan Domingo Perón 1847, una pequeña puerta conduce hacia un
gimnasio de box, más parecido a un sótano repleto de historia. Las fotos
pegadas en la pared reflejan la época dorada del boxeo argentino. Entre ellas
se encuentran Víctor Galíndez y el legendario Carlos Monzón. Pero en la gran
mayoría de las imágenes aparece Miguel Ángel Castellini, dueño del gimnasio y
excampeón del mundo en categoría Medio Ligero en 1976. Por el fondo del lugar
aparece él, carga con 68 años, camina lentamente, algo mareado y con cierta
melancolía en su cara. “Hace una semana me agarró un ACV (Accidente
cardiovascular) y ayer me dieron el alta, hoy volví al gimnasio porque estoy
entero físicamente gracias al boxeo”, afirma Castellini y pide sentarse para
charlar cómodamente. Lo hace al borde de un ring y desde allí observa a dos jóvenes
que pelean con cabezales puestos: “¡Parate bien, parate bien!”, son las órdenes
de éste campeón que repasa su carrera y brinda una mirada distinta del boxeo
argentino y mundial.
-¿Por qué empezó a
boxear?
- En Santa Rosa (La
Pampa), mi ciudad natal, el deporte más popular era el boxeo. Arranqué de un
día para el otro a entrenarme en el Club Roca, lo que no sabía es que tenía
grandes condiciones y no pensaba que podía dedicarme a esto. A los 17 años
viajé a Mendoza a pelear y salí campeón en la provincia que era la cuna del
boxeo, desde ahí me di cuenta que era bueno en lo que hacía.
-¿Qué recuerda de
la pelea frente a José Manuel Durán, en la que ganó su primer título mundial en
1976?
-Fue difícil, me
cansé mucho. Tenía 32 años y tuve que correrlo por todo el ring, pero supe
cuando atacarlo y gané la pelea.
-Un año después
perdió ese título con Eddie Gazo, ¿cómo vivió ese combate?
-La pasé muy mal, me
tocó ir a pelear a Managua (Nicaragua), la gente que estaba me amenazaba de
muerte y estuve clavado los 15 rounds sin poder tirar una mano, fue una
experiencia muy desagradable.
-La pelea de su
retiro también fue con Gazo, ¿hubo rencor o bronca por lo que había pasado en
Managua?
-No, para nada. Lo
trajeron a pelear conmigo porque era un negocio. Llenamos el Luna Park, lugar
que siempre llené y no todos los
boxeadores argentinos lo lograron.
-¿Cómo era la relación
con Monzón y Galíndez?
-Con Galíndez siempre
fue una linda relación, era muy cariñoso, nunca nos dejábamos de hablar y nos
queríamos mucho. Con Monzón fue buena hasta que se metió en el espectáculo, en
cosas fuera del boxeo que lo hicieron cambiar. Comenzó a hacer cargadas tontas,
era bastante ignorante y no se daban cuenta que lo estaban usando, no era el
tipo que conocimos de chico.
-¿Se sintió
opacado alguna vez por ellos?
- No, para nada.
Ellos sabían que yo tenía mi mano dura. Además, tenía mis cosas a favor y que
boxeaba bien, siempre hacíamos guantes, pero no es lo mismo hacer guantes donde
te sentís suelto que hacerlo en un estadio, los nervios te pasan por arriba.
-Si tuviera que
volver el tiempo atrás, ¿cambiaría algo de su carrera?
-No hubiese ido a
Managua, fue la peor experiencia tuve.
-A su parecer,
¿cuál fue el mejor boxeador argentino y mundial?
-Me fascinaba
Nicolino Locche y también me gustaba mucho Eduardo Lausse. El mejor boxeador
que vi en mi vida fue Ray Sugar Leonard, era extraordinario.
El excampeón del
mundo también conversó sobre actualidad. Mencionó a Sergio “Maravilla” Martínez
y a Omar Narváez. Además, dio su punto de vista sobre el boxeo femenino y
aseguró que hoy en día no ve ningún boxeador local que sepa pararse correctamente
arriba de un ring.
-¿Cómo ve
actualmente el boxeo y qué piensa de Sergio “Maravilla” Martínez y Omar Narváez?
-El boxeo de hoy no
me gusta. Sergio (Martínez) me parece que es una buena persona, como boxeador
es horrible. No me gusta cómo se para ni como maneja sus manos, gana porque no
hay boxeadores buenos en su categoría. Si éste pibe llegaba a pelear con Monzón
no aguantaba ni un round, hasta el que no sabe de boxeo se da cuenta. Pero es
lo que hay, el boxeo cayó mucho. Y Omar es muy agradable, se entrena seguido
acá. Barrió con todos los rivales y las cosas que se propuso las logró. Su
profesión la manejó de forma correcta.
-En caso de que
“Maravilla” peleara con Floyd Mayweather, ¿qué probabilidades hay para el
argentino?
-Mayweather está bajando
su nivel. “Maravilla” tiene fuerzas, hambre y ganas pero no creo que le gane.
El americano es muy buen boxeador, tiene técnica y calidad, esas cosas Martínez
no las tiene.
-¿Es más fácil
llegar a ser campeón hoy?
-Sí, hoy cualquiera
gana un título. Me parece una falta de respeto y muy poco serio lo que pasa con
el boxeo de hoy en día.
-¿Le gusta el
boxeo femenino?
-No es cuestión de
gustos. El boxeo femenino existe porque no hay hombres que quieran boxear, bajó
la calidad de los púgiles y nos encontramos con las mujeres peleando.
-¿Se perdió la esencia
del boxeo de la década del '70?
-Se perdió mucho, hay
boxeadores que no saben ni pararse. Algunos son impresentables y ni hablemos de
las chicas.
-¿Le gusta algún
boxeador actualmente?
-Marcos Maidana tuvo
su momento y era de lo más parecido al boxeo de antes pero bajó notablemente su
nivel. Después no veo a nadie con grandes condiciones, no creo que surja
alguien por ahora. A nivel mundial no hay nadie, ha bajado tanto la calidad que
hace 40 años teníamos a Muhammad Ali como el mejor pesado de la historia y hoy
miramos a los hermanos Klitschko y dan vergüenza.
Mauricio
D'Ambruoso Duffau – Sebastián Guerreiro
- Esta entrevista fue realizada en julio de 2012 para el taller de redacción de segundo año de DEPORTEA. La única vez que escuché a un referente del boxeo hablar mal de Sergio "Maravilla" Martínez como boxeador. También, el primero que no tuvo vueltas para criticar el boxeo femenino y el turbio negocio que encierra este deporte.
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