miércoles, 19 de marzo de 2014

                          Castellini: “La vida es demasiado corta para buscar pelea”

En Capital Federal, sobre la calle Juan Domingo Perón 1847, una pequeña puerta conduce hacia un gimnasio de box, más parecido a un sótano repleto de historia. Las fotos pegadas en la pared reflejan la época dorada del boxeo argentino. Entre ellas se encuentran Víctor Galíndez y el legendario Carlos Monzón. Pero en la gran mayoría de las imágenes aparece Miguel Ángel Castellini, dueño del gimnasio y excampeón del mundo en categoría Medio Ligero en 1976. Por el fondo del lugar aparece él, carga con 68 años, camina lentamente, algo mareado y con cierta melancolía en su cara. “Hace una semana me agarró un ACV (Accidente cardiovascular) y ayer me dieron el alta, hoy volví al gimnasio porque estoy entero físicamente gracias al boxeo”, afirma Castellini y pide sentarse para charlar cómodamente. Lo hace al borde de un ring y desde allí observa a dos jóvenes que pelean con cabezales puestos: “¡Parate bien, parate bien!”, son las órdenes de éste campeón que repasa su carrera y brinda una mirada distinta del boxeo argentino y mundial.

-¿Por qué empezó a boxear?
- En Santa Rosa (La Pampa), mi ciudad natal, el deporte más popular era el boxeo. Arranqué de un día para el otro a entrenarme en el Club Roca, lo que no sabía es que tenía grandes condiciones y no pensaba que podía dedicarme a esto. A los 17 años viajé a Mendoza a pelear y salí campeón en la provincia que era la cuna del boxeo, desde ahí me di cuenta que era bueno en lo que hacía.

-¿Qué recuerda de la pelea frente a José Manuel Durán, en la que ganó su primer título mundial en 1976?
-Fue difícil, me cansé mucho. Tenía 32 años y tuve que correrlo por todo el ring, pero supe cuando atacarlo y gané la pelea.

-Un año después perdió ese título con Eddie Gazo, ¿cómo vivió ese combate?
-La pasé muy mal, me tocó ir a pelear a Managua (Nicaragua), la gente que estaba me amenazaba de muerte y estuve clavado los 15 rounds sin poder tirar una mano, fue una experiencia muy desagradable.

-La pelea de su retiro también fue con Gazo, ¿hubo rencor o bronca por lo que había pasado en Managua?
-No, para nada. Lo trajeron a pelear conmigo porque era un negocio. Llenamos el Luna Park, lugar que siempre llené y no  todos los boxeadores argentinos lo lograron.

-¿Cómo era la relación con Monzón y Galíndez?
-Con Galíndez siempre fue una linda relación, era muy cariñoso, nunca nos dejábamos de hablar y nos queríamos mucho. Con Monzón fue buena hasta que se metió en el espectáculo, en cosas fuera del boxeo que lo hicieron cambiar. Comenzó a hacer cargadas tontas, era bastante ignorante y no se daban cuenta que lo estaban usando, no era el tipo que conocimos de chico.

-¿Se sintió opacado alguna vez por ellos?
- No, para nada. Ellos sabían que yo tenía mi mano dura. Además, tenía mis cosas a favor y que boxeaba bien, siempre hacíamos guantes, pero no es lo mismo hacer guantes donde te sentís suelto que hacerlo en un estadio, los nervios te pasan por arriba.

-Si tuviera que volver el tiempo atrás, ¿cambiaría algo de su carrera?
-No hubiese ido a Managua, fue la peor experiencia tuve.

-A su parecer, ¿cuál fue el mejor boxeador argentino y mundial?
-Me fascinaba Nicolino Locche y también me gustaba mucho Eduardo Lausse. El mejor boxeador que vi en mi vida fue Ray Sugar Leonard, era extraordinario.

El excampeón del mundo también conversó sobre actualidad. Mencionó a Sergio “Maravilla” Martínez y a Omar Narváez. Además, dio su punto de vista sobre el boxeo femenino y aseguró que hoy en día no ve ningún boxeador local que sepa pararse correctamente arriba de un ring.

-¿Cómo ve actualmente el boxeo y qué piensa de Sergio “Maravilla” Martínez y Omar Narváez?
-El boxeo de hoy no me gusta. Sergio (Martínez) me parece que es una buena persona, como boxeador es horrible. No me gusta cómo se para ni como maneja sus manos, gana porque no hay boxeadores buenos en su categoría. Si éste pibe llegaba a pelear con Monzón no aguantaba ni un round, hasta el que no sabe de boxeo se da cuenta. Pero es lo que hay, el boxeo cayó mucho. Y Omar es muy agradable, se entrena seguido acá. Barrió con todos los rivales y las cosas que se propuso las logró. Su profesión la manejó de forma correcta.

-En caso de que “Maravilla” peleara con Floyd Mayweather, ¿qué probabilidades hay para el argentino?
-Mayweather está bajando su nivel. “Maravilla” tiene fuerzas, hambre y ganas pero no creo que le gane. El americano es muy buen boxeador, tiene técnica y calidad, esas cosas Martínez no las tiene.

-¿Es más fácil llegar a ser campeón hoy?
-Sí, hoy cualquiera gana un título. Me parece una falta de respeto y muy poco serio lo que pasa con el boxeo de hoy en día.

-¿Le gusta el boxeo femenino?
-No es cuestión de gustos. El boxeo femenino existe porque no hay hombres que quieran boxear, bajó la calidad de los púgiles y nos encontramos con las mujeres peleando.

-¿Se perdió la esencia del boxeo de la década del '70?
-Se perdió mucho, hay boxeadores que no saben ni pararse. Algunos son impresentables y ni hablemos de las chicas.

-¿Le gusta algún boxeador actualmente?
-Marcos Maidana tuvo su momento y era de lo más parecido al boxeo de antes pero bajó notablemente su nivel. Después no veo a nadie con grandes condiciones, no creo que surja alguien por ahora. A nivel mundial no hay nadie, ha bajado tanto la calidad que hace 40 años teníamos a Muhammad Ali como el mejor pesado de la historia y hoy miramos a los hermanos Klitschko y dan vergüenza.


Mauricio D'Ambruoso Duffau – Sebastián Guerreiro

- Esta entrevista fue realizada en julio de 2012 para el taller de redacción de segundo año de DEPORTEA. La única vez que escuché a un referente del boxeo hablar mal de Sergio "Maravilla" Martínez como boxeador. También, el primero que no tuvo vueltas para criticar el boxeo femenino y el turbio negocio que encierra este deporte.

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