La persona que descubre el mundo, el idiota que choca y se levanta. Toda la vida es una edad, toda edad es maravillosa. El fiasco de los pobres, el miedo de los ricos. Quizás sea la felicidad de los tontos. Pasa, muere y vuelve a pasar. Entra, roba, enseña y se va, es la plata del orador, es la duda del pensador.
Buena vista en todos lados, sueña quien proyecta y duerme el que se estanca. Como el amor, la revolución. Como lo neto lo vivido, aprendido y olvidado.
Cante, llore y sienta, mueva su conciencia no perdone ni al silencio. Todo se aprende y se aprehende, si no se aprecia. Sepa, escuche y hable, que el más atorrante caerá por su cuenta. Así la vida gira en nuestras vidas, así su incertidumbre deslumbra nuestro accionar. Casi de milagro, un tanto sospechosa. El desparpajo de caminar y protestar colabora a la desesperación. Cuestione y falle, ría y vea, caiga y vuelva a ponerse de pie. Busque el adelante y sígalo o muera en un intento de avance.
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