- ¿Cómo te sentís?
- Bien, me duele un poco la espalda.
- Debe ser propio de la operación. Hablé con el médico y dijo que salió todo bien, en unas horas volvemos a casa. Me recomendó que trates de dormir para estar descansado.
- Bueno, avisale a tu madre para que se quede tranquila.
- Sí, ya está al tanto de todo. Yo me voy a buscar la ambulancia del traslado y después vuelvo. Hasta luego, viejo.
- Está bien, hijo. Nos vemos.
- Nos vemos.
Días después del deceso del hombre, el joven entra a la habitación de sus padres y encuentra a su madre en la cama:
- ¿Qué haces acostada ahí?
- Estoy descansando.
- ¿Pero por qué del lado donde dormía papá?
- Porque cuando despierto siento que la que falta soy yo.
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